La población adulto mayor enfrenta una serie de desafíos de salud, especialmente en lo que respecta a las enfermedades crónicas. Estas afecciones, como la diabetes, la hipertensión y las enfermedades cardiovasculares, pueden tener un impacto significativo en la calidad de vida de los individuos. En particular, los enfermos crónicos dependientes, aquellos cuya vida diaria se ve afectada por estas enfermedades, requieren atención especial y enfoques de manejo innovadores. En este contexto, la estimulación cognitiva emerge como una herramienta valiosa para mejorar la calidad de vida y promover el bienestar en esta población vulnerable, incluso en aquellos con niveles educativos limitados o que son analfabetos.

Entendiendo la realidad de los enfermos crónicos dependientes

Los enfermos crónicos dependientes y sus familiares y cuidadores enfrentan desafíos únicos. Su capacidad para llevar a cabo actividades cotidianas se ven limitada debido a su condición de salud, resultando también en el tiempo, afectación cognitiva, lo que agrava aún más su situación. En este contexto, es fundamental adoptar enfoques de atención integral que aborden tanto las necesidades físicas, emocionales y cognitivas de estos pacientes.

El papel crucial de la estimulación cognitiva

La estimulación cognitiva se ha reconocido como una estrategia efectiva para mantener y mejorar la función cerebral en personas de todas las edades. Para la población anciana, especialmente para los enfermos crónicos dependientes, la estimulación cognitiva puede ayudar a mantener su función cognitiva, mejorar la memoria, la atención y la capacidad de resolución de sus problemas. Además, puede contribuir a reducir el riesgo de un veloz deterioro cognitivo y demencia en el futuro.

Adaptando la estimulación cognitiva para una población anciana de baja escolaridad y/o reserva cognitiva.

Una de las principales preocupaciones al implementar programas de estimulación cognitiva en esta población es la variabilidad en los niveles educativos. Muchos individuos mayores, especialmente aquellos en comunidades rurales o con antecedentes socioeconómicos desfavorables, pueden ser analfabetos o tener niveles educativos muy bajos. En tales casos, es crucial adaptar las intervenciones para que sean accesibles y efectivas para todos.

Estrategias prácticas para la estimulación cognitiva

Para abordar las necesidades de una población anciana con niveles educativos limitados, es importante emplear estrategias prácticas y centradas en el individuo. Esto puede incluir actividades de estimulación cognitiva visual, lenguaje, motricidad; prevalece el esfuerzo en las actividades diarias.

Conclusión: Promoviendo el bienestar en los enfermos crónicos dependientes ancianos

Existe evidencia científica de que a medida que envejecemos, los procesos mentales son menos eficientes.

Los mecanismos básicos que subyacen a los cambios en el funcionamiento cognitivo asociado a la edad han dado lugar a un aumento en el interés por el significado de estos cambios en el funcionamiento cotidiano de las personas mayores. Aunque el descenso en la velocidad de procesamiento y en la memoria operativa da como resultado un declive en muchas conductas cotidianas, éste es mucho menos pronunciado de lo que cabría esperar y a veces incluso imperceptible. El impacto de los déficit cognitivos es más acentuado cuando se encuentra en ambientes desconocidos y cuando tiene que llevar a cabo tareas que son nuevas para ellos (5).

Numerosas enfermedades en el anciano son capaces de producir una alteración en una o varias funciones mentales, dando lugar a diferentes síndromes que se engloban bajo el término “deterioro cognitivo”. Éste puede ser definido como una alteración de las funciones cognitivas superiores, es decir, de la memoria, de la orientación, de la percepción, de la comprensión, del pensamiento, del juicio, del cálculo, de la comunicación y de la resolución de problemas producido por un trastorno orgánico o funcional.

Fuente: Gil Gregorio P, Garnica Fernández A, Gómez Busto F, Martín Sánchez FJ, Yubero Pancorbo R. Deterioro cognitivo leve. Monografías en Geriatría, formación continuada. Editorial Glosa, 2003. Trastorno orgánico o funcional.

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